podría actualizar mi vida como escribir un diario absurdo, como lo propiamente absurdo
pero no quiero, ya no soy un pececillo de dieseis, revoloteando en el aire de burbujas con detergente
ya no
la noche acompaña mi naranja empobrecido
mi ocre de guerra
trato de no jugarle mal
de que el ajedrez sea correcto
de que las piezas no se rompan por torpezas
de que el sueño no me angustie
probablemente disfrute aún de los abrazos
de extender las ramas hacia el sol
de sentir el calor en la ternura
y si....
los sentimientos de una persona son su mayor tesoro
lo sé
el egoísmo no nubla las decisiones.
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