domingo, 24 de enero de 2016

"Incluso un ladrillo quiere ser algo más" L. K.



paso el tiempo aquí..

hay momentos en los que nadie confia en mí...salvo yo, y es el momento justo del premio, de saborear las agallas que uno siembra desde la negativa, desde uno mismo...





las dinámicas de la carne, lo nefasto de la niebla, la apertura a lo táctil y las yemas de los dedos adormeciendose. Pronto tendré un título profesional, unos meses nada más...no es de las cosas que me roben el sueño la verdad, o tal vez sí, desde lo literal que es dormir tres horas diarias durantes semanas, me es inevitable estar al límite, sentir el límite, trabajar con la presión de la desconfianza...y bla.
En mi periplos de la carrera nunca pensé sentirme tan cómodo, y aunque siempre hice lo quise, en mis tardes de dudas me imaginaba estudiando antropología, estar en la escuelita pintando bonito, o tal vez haciendo teatro en algún rincón, cosas que me hacían sentir bien mientras la carrera me pateaba los huevos sin mayor piedad. Recuerdo que wendy me hablaba sobre lo que significa talento y lo que significa rigor, insistía en mi falta de racionalidad para ciertas cuestiones, o meche hablándome de que la "plástica"nunca fue mi problema, de que la vivienda era ciencia, y mis ojos criados desde lo visual, desde el estress en la parte derecha del cerebro, de diseñar como quien solo siente las cosas entre los dedos.
Más tarde conocí el urbanismo(el de verdad?), el concepto de territorio, de geografía, de procesos ambientales, de estructuras ecológicas, de memoria....y otra vez, reescribir lo que significa lugar.
La muldimensión de la profesión, las escalas, la materia...Khan.
"ladrillo dime qué quieres ser"...o entender las propiedades físicas del material, su composición, y sus limites...y entonces...tal vez.. su poética(?).
Tan simple como ello.





























y otra vez...
el tiempo construye...


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