viernes, 5 de enero de 2018





el espacio este, el que forma una serie de sonrisas e inseguridades ajenas de mí...me enternecen, me he vuelto un tipo muy calmo, la gente a veces no lo entiende.
El último momento de cierta nostalgia y preocupación, lo tuve con el arribo de aquel correo virtual, lo leí en el último día de una entrega.  En general, soy un tipo que se debe a sus emociones, aquello es también la fuerza que me ha permitido creer y crear, pero como solo ahora, pude guardarme todo lo que recorría mis extremidades originados desde mi centro, para poder así, deberme a una grupo de personas que necesitaban de mí.

Se lo decía a Leire en algún viaje, la gente que me empieza a conocer tiende a contarme profundidades, no me incomoda en absoluto, todo lo contrario, aprecio mejor a cada ser humano que conozco o empiezo a conocer, como la hermosa historia que tiene detrás de sí, con activos o pasivos. Puedo ser un buen escucha, pero soy consciente que no estoy para resolverle el problema a nadie.

Romani, ha sido una bonita lejana compañía desde hace ya más de un año( y por alguna astucia suya es capaz de leer este blog), valoro que haya podido quedarse tanto tiempo. Es joven y debe buscar calma también. Es una hermosa persona, lo sabe...











Es cierto también que a veces me pregunto, que significa no estar en el modo de siempre, el antiguo y oxidado disfrute de la ambigüedad como espacio de incertidumbre y emoción. He sido muy laxo en eso, lo reconozco. Pero ese es un tema aparte y de un espacio diferente.

G, me dice para salir a caminar... y suena bonito...



2018


No hay comentarios:

Publicar un comentario