lunes, 18 de agosto de 2014

de ofrendas al vacío



el poder de un mojito,
como mera trivialidad de unas copas... ni la corriente de frió,  ni las 4 de la mañana y los pendientes que no terminan....
 de fondo alguna tonada de regina spektor que desempaca Huaroto para acompañar la noche mientras termina por dormirse...y la luz naranja de esa bendita lámpara, como si no pudiese apagarla...como si no pudiese apagarla? o simplemente no quisiese...

siento el control de ciertas cosas, de un linea sobre el papel servilleta que pronto pronto se convierten en trazos exportados a un cuaderno A5....entonces...y cómo mis mundos se sincronizan y empiezan a tener certezas, por sobre todas las preguntas que existen, (me siento vivo!) y los estragos emocionales, y el momento sensiblero inherente e inconstante, se descargan amarrados a mi puño, por el mero propósito de la gracia de decidir....
y al final del bostezo tener la cara limpia de cabello.
el cabello como grass...

el grass que siempre será almohada.

y yo, que siempre seré naranja.





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