gaby me dice, "tal vez el secreto sea conocer las espinas de cada uno", yo entre tanto contestaba que para eso necesitaría una especie de mapa, donde en el espectro infinito delimite ciertos lugares donde no tocar, o en su defecto se toque con cuidado de herir y ser herido. Ella estuvo de acuerdo, "una cartografía!" dijo...tienes razón, poner a los seres humanos como una pieza de territorio basto, una geografía particular con procesos ecológicos-emocionales que intervienen cambiándolo, correlacionándose uno con otro, entendiéndose como una sola cosa externa e internamente. Una cartografía de uno mismo dije!...
"Exacto! Cogeré la idea para mi taller", me dijo.
jajaja