lunes, 6 de julio de 2015

hace frío en las pantorrillas



de la gente de la maestría?... están todos locos, me lo decía sandrita mientras se sugestionaba con algún comentario irrelevante.


Me gusta que Arguedas hable desde sus contradicciones, son tan evidentes sus dudas, sus temores...en sus propios anhelos, en su romaticismo idealista, que hable de un Perú profundo, de su ideal de nación, de su indigenismo tierno y valiente. Me gusta la manera en como dice las cosas, su humanidad expuesta en un texto académico.

En la clase de teoría aldo y deborah discuten porque "están locos" los dos, y es la única explicación razonable que le doy, el profesor sonríe mientras los escucha y apacigua. Federico me cae bien, hace que sea el mejor curso... y en los lamentos de Jose María, me pierdo un rato y me es imposible no volver a dibujar en el cuaderno de clase(el primero después de años(?))...

No lo niego, mi cabeza es una enredadera aún...
Aldo me decía que los seres humanos tendemos a cambiar de sobremanera expuestos al sufrimiento, en las condiciones donde uno es más vulnerable, me enumeraba una serie de ejemplos justificados según él, desde el sicoanálisis. Le creo, por lo menos en parte. 












No soy libre aún,
lo sé, 
y es bueno saberlo.

Tal vez, nadie sea totalmente libre en realidad.
Todo el mundo limitado por algo, por alguien, por un contexto, por si mismos, por sabe dios.

Por ahora me basta saber solamente lo primero












y que debo solucionarlo.





















Y en la cara más alegre...
Hoy llegué a pachacutec.






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