viernes, 10 de mayo de 2013

reflexiones




Y en el recorrido que confiere el conocer, Quilca resulta un lugar atractivo, el antiguo averno de Elio adorna la calle con su No de protesta, mas allá está el queirolo para tomarme una res, o varias. Si paso la Abancay y voy detrás del barrio chino, tal vez me roben, pero tambien, puede que encuentre la delicada esencia de esta lima obrera y luchadora con una chicha sicodélica de fondo y ese vínculo tan tan tan fuerte con la tierra.



Y al término de las discusiones, está bien la sociología es una ciencia interesante, me gusta, trabaja con aquello que me interesa, la ciudad, los ciudadanos, los estudia, los razona y pronuncia conclusiones estadísticas y no, que son para tomar en cuenta. La sicologia comunitaria hace lo suyo, bueno bueno, está bien, Karina es muy tierna, buena en lo que hace, estrictamente racional, nos ayuda. Jorge, un tipo extraño, parco, serio, buen tipo. (y la bossa nova que no entiende de peros suena longitudinalmente entre mis oídos y se cruza entre pensamientos derivados de la noche, y las estrellas). Y como olvidar a la señora flor, que cuando paso, me saluda y sonríe, me dice:  Joven! como está! =)...y me recuerda que el sábado hay una reunión con ella y la asamblea.         es verdad debo apurar eso, y hojear unas lecturas necesarias para entender objetivamente ciertos problemas en relación a género, lo he detectado, bien pronunciado, pero en democracia esas cosas no existen y ¿qué más democrático que el espacio público?...
¿ romántico?...en un mundo en la que la razón reina pareciese que es un gasto. Solo sé...que en mis modos no puedo dejar tales detalles, no con las personas a las que va dirigido tal esfuerzo. 

Sí ,yo sé, el tiempo es un intervalo importante, y hacer operaciones mecánicas o entes controlables o estrictamente racionales no es mi trabajo, es bueno tenerlo en cuenta, y saber si no es ello ¿qué te toca? (tal vez sufro, en ese sentido, de cierto orden). Pero lo que hago no es una ciencia exacta, se apoya en ellas sí. Somos de una frontera, y la ciudad es tan espontanea como el arte, como el alma y a su vez hay un rigor casi científico en varias partes de, qué rico!. 
la ciudad =)
Me gusta pensar la arquitectura como una medicina preventiva para varios problemas.






se aproxima el invierno...




Dios.
lo bonito.

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